Esta es la batallita : Aquel viernes de diciembre hacía un buen día, con sol, y no mucho frio. Sobre las 2 de la tarde subi a ver la mar a San Cristobal, desde Casa Falo, y vi la playa de Salinas buenísima para pescar, un pelín escasa pero muy bien de frecuencia, decidí que esa tarde pescaría un rato en Bayas. A las 4 de la tarde estaba comprando sardina en "El Repunte", Juan me dijo hoy ta bueno a ver si llevas una sorpresa, también me dejó un carrete pues yo teniá uno de los mios estopeaos, un Mitchell de fondo del año la polca, y el otro que llevavaba yo era un Daiwa viejo y pequeño, un 6000. A las 5 estaba con las dos varas calando, como a 200m a la izquierda de las piedronas del medio.Era repunte de pleamar. A la 2ª varada furagaña y rodaballuco ... ánimo. No hay más picadas has las 7, ya empezaba a hacer frio y la sardina estaba que cortaba al cogerla, estaba lanzando con plomos de corona y cuando estoy echando con una vara veo pegar a la otra un arreón patrás del copón, salgo hacia ella y veo el carrete sacando hilo que le faltaba ya media bovina, era el daiwa pequeño, saco la vara clavo ..... PEPINO. Después de clavarlo aguantó un poco y a continuación pegó una carrera buena, el carrete cantando otra vez, paró y ya se dejó venir, de vez en cuando apretaba pero ya no sacaba linea, poco a poco la fui trayendo, mientras rezaba pa que no se soltase y seguía dando manivela a aquel carretuco. Cuando por fin la vi varar en la orilla no me lo podía creer ¡¡¡ QUE PEZ TAN GUAPO !!! Al cogerla llevaba la linea en tensión y cuando le eché mano a la agalla pegó un coletazo y me rompió el punteruco de la Tutta Sargo 6m. La metí en el saco (no cabia) y me puse a dar gritos como un psicopata, que subidón de adrenalina. Cuando relajé un poco y mientras seguía mirando para aquel pez que también me miraba empecé a llamar por teléfono a todo dios, a Javier, a Juan a mi padre a Kike, que alegría. Decidí que como eran las 9 de la noche y hacia mucho frio me iba, pues al ir a retirar la otra caña tenía una enganchada de más de un kilo jajaja. Fue a buscarme Javier al parking, me felicitó (gracias maestro), la pesamos y me hizo una foto.
Esta es la batallita :
ResponderEliminarAquel viernes de diciembre hacía un buen día, con sol, y no mucho frio.
Sobre las 2 de la tarde subi a ver la mar a San Cristobal, desde Casa Falo, y vi la playa de Salinas buenísima para pescar, un pelín escasa pero muy bien de frecuencia, decidí que esa tarde pescaría un rato en Bayas.
A las 4 de la tarde estaba comprando sardina en "El Repunte", Juan me dijo hoy ta bueno a ver si llevas una sorpresa, también me dejó un carrete pues yo teniá uno de los mios estopeaos, un Mitchell de fondo del año la polca, y el otro que llevavaba yo era un Daiwa viejo y pequeño, un 6000.
A las 5 estaba con las dos varas calando, como a 200m a la izquierda de las piedronas del medio.Era repunte de pleamar.
A la 2ª varada furagaña y rodaballuco ... ánimo.
No hay más picadas has las 7, ya empezaba a hacer frio y la sardina estaba que cortaba al cogerla, estaba lanzando con plomos de corona y cuando estoy echando con una vara veo pegar a la otra un arreón patrás del copón, salgo hacia ella y veo el carrete sacando hilo que le faltaba ya media bovina, era el daiwa pequeño, saco la vara clavo ..... PEPINO.
Después de clavarlo aguantó un poco y a continuación pegó una carrera buena, el carrete cantando otra vez, paró y ya se dejó venir, de vez en cuando apretaba pero ya no sacaba linea, poco a poco la fui trayendo, mientras rezaba pa que no se soltase y seguía dando manivela a aquel carretuco.
Cuando por fin la vi varar en la orilla no me lo podía creer ¡¡¡ QUE PEZ TAN GUAPO !!!
Al cogerla llevaba la linea en tensión y cuando le eché mano a la agalla pegó un coletazo y me rompió el punteruco de la Tutta Sargo 6m.
La metí en el saco (no cabia) y me puse a dar gritos como un psicopata, que subidón de adrenalina.
Cuando relajé un poco y mientras seguía mirando para aquel pez que también me miraba empecé a llamar por teléfono a todo dios, a Javier, a Juan a mi padre a Kike, que alegría.
Decidí que como eran las 9 de la noche y hacia mucho frio me iba, pues al ir a retirar la otra caña tenía una enganchada de más de un kilo jajaja.
Fue a buscarme Javier al parking, me felicitó (gracias maestro), la pesamos y me hizo una foto.
¿Será el pez de mi vida?
:-)